Entrevista con la poeta española Silvia Ramos sobre su libro ‘Ceniza y luz” : cuestiones existenciales
8 minutos de lecturaPor Abdelhay korret
Silvia Ramos es psicóloga y poeta española nacida en Huelva, ciudad historica y culturalmente antigua, que fue tierra del erudito andalusí Ibn Hazm, autor del libro El collar de la paloma.
Ceniza y luz es el segundo libro de la producción poética de Silvia Ramos, después de su primer poemario Poemas de la medianoche. En Ceniza y luz se dibuja un aparente camino lineal entre dos momentos existenciales, uno oscuro y otro luminoso. La autora usa un lenguaje claro para expresar mensajes de gran hondura, mostrando un estilo poético singular pleno de lirismo. Sus poemas fluyen hacia el corazón del lector como el agua fluye hacia la tierra, haciendo brotar la vida en ella.
En esta entrevista, Silvia Ramos nos hablará de la dualidad sombra-luz presente en su libro y de sus diferentes dimensiones reflejadas en los poemas.
Cuando leí los poemas de Ceniza y luz noté en ellos un espíritu nietzscheano y un sentimiento kafkiano, ¿qué tan ciertas son estas impresiones?
No me sitúo tan cerca del pensamiento de Nietzsche, aunque su filosofía siempre es una invitación a reflexionar sobre nuestra propia existencia. Cuando Nietzsche critica la ciencia y el excesivo racionalismo del hombre occidental, critica lo que considera una debilidad en el ser humano, es decir, la necesidad de acumular conocimientos que lo expliquen todo para ejercer un control sobre la realidad, armarse de intelecto como defensa ante el caos y la irracionalidad. Para Nietzsche el hombre no es capaz de aceptar el caos y vivir sin certezas.
Ceniza y luz habla de un proceso donde el ser, despojado de sus certezas y de sus resistencias egoicas, se abre a un espacio incierto. La puerta de entrada a este territorio es la experiencia de duelo. Este duelo sucede en diferentes niveles. El nivel último es el duelo que representa la propia existencia. En Ceniza y luz se habla de una muerte simbólica y de la posibilidad de renacer a un nuevo estado del ser y de cómo la experiencia de duelo posibilita el encuentro con ese espacio interno que permanece a menudo en sombra. Para que este encuentro pueda darse es necesaria la renuncia al control y a la búsqueda de certezas propios de la razón. En Ceniza y luz las barreras del control se han derrumbado y el ser queda a merced de su duelo. El tránsito por los diferentes estados subjetivos da lugar a un renacer que manifiesta la fuerza y determinación del ser. En este sentido me acercaría algo al espíritu Nietzscheano.
En relación al sentimiento Kafkiano, en Ceniza y luz se da un momento de metamorfosis. Algunos de los escenarios físicos son la casa y la habitación. Poemas como Escribo, La marcha o Celeste hablan de estos espacios. En Ceniza y luz hay algo inquietante porque el ser, en su proceso de transformación, enfrenta una lucha de la que duda, en momentos, salir victorioso. Hay un sentimiento de frustración existencial y un desencanto frente a lo absurdo y lo complejo de la vida. Se siente atrapado en una atmósfera que le asfixia y de la que quiere escapar. Poemas como Anfibia o La línea de la vida dan voz a esto. En ese sentido puede haber resonancia con algunas atmósferas y sentimientos que se describen en las novelas de kafka.
¿Qué escuelas o movimientos poéticos son influencia en Ceniza y luz?
Ceniza y luz es un libro que exalta el valor de la experiencia subjetiva. Sus poemas expresan intensidad emocional, hablan de la soledad, la tristeza, el amor, la pasión, la muerte, lo espiritual. Hay nostalgia de un “paraíso perdido”, (de una época pasada, de un estado primordial de existencia) y una de sus mayores fuentes de inspiración es la naturaleza. Lo nocturno suele aparecer como escenario donde cobra vida el poema y en el libro se describen paisajes interiores en ruinas. En Ceniza y luz se da voz a lo irracional, a lo incomprensible, a lo onírico, a lo sobrenatural. El sujeto lírico trata de mostrar un universo propio y se podría decir que en el tránsito de la ceniza a la luz encarna una suerte de héroe que lucha por recuperar parte de su ser y lograr su unicidad. Hay un deseo de escapar de una realidad que no satisface y un anhelo profundo de libertad. Diría que Ceniza y luz comparte mucho del ideario y los valores propios del Romanticismo. En cuanto al estilo formal mezcla prosa poética y verso libre, poemas muy breves con poemas más extensos y hace uso del haiku encadenado.
¿Tu experiencia como psicóloga ha influído en la creación de los poemas de Ceniza y luz?
Mi experiencia como psicóloga me ha acercado mucho al interior de las personas, a sus emociones, a sus anhelos, a sus luces y sus sombras. La poesía que escribo inevitablemente cuenta con un saber sobre esto. Cuenta tambien con un saber sobre mí misma y sobre lo que exploro en mi caminar por el mundo. Todo lo que sabemos y conocemos influye de una forma u otra en lo que escribimos: la propia visión del mundo, la visión de uno mismo y de los otros. Ceniza y luz se ha nutrido de todo ello.
¿Cual es la dimensión psicológica de la dualidad ceniza y luz que refleja este libro?
La dualidad ceniza y luz que da título al libro, tiene una lectura en lo psicológico, en lo metafísico y en lo espiritual. En relación a su dimensión psicológica esta dualidad representa básicamente a dos fuerzas contrapuestas, aunque irremediablemente unidas, que han de convivir en un equilibrio constante. Una representa la fuerza creadora que tiende a la autoconservación y a la vida. La otra representa la fuerza opuesta que tiende a la desorganización y desintegración. En Ceniza y luz estas fuerzas contrapuestas se manifiestan en la lucha que mantiene el ser por resolver su duelo y conseguir la liberación transformadora.
He notado que a través de esta dualidad se expresa un momento de niebla, como si fuera una puerta sagrada que necesita una llave platónica para penetrar en las profundidades de esta niebla, ¿se puede considerar esta niebla un reflejo de lo que está pasando en el alma humama?
Sí, hay un momento de “niebla” en el camino de la ceniza a la luz. En el libro se nombra como Pasaje y corresponde a la segunda parte. Es el paso intermedio entre la primera parte que es Ceniza y la tercera parte que es Luz.
La experiencia de duelo es universal. A lo largo de la vida experimentamos diferentes duelos como individuos, como sociedades y como humanidad. En nuestro presente creo que como humanidad estamos atravesando un momento de intensa niebla. Si tuviera que establecer un paralelismo entre el proceso que se da en Ceniza y luz y el momento que estamos viviendo, diría que nos encontramos en el Pasaje.
Sólo hay que dirigir la mirada a los conflictos y desastres humanitarios que estan sucediendo a nivel mundial con la guerra en Gaza y la guerra en Ucrania o a la tensión existente entre los grandes bloques como Rusia, Estados Unidos y China, por citar lo más mediático. Hay una gran niebla en el mundo. Almas que claramente están posicionadas del lado de la aniquilación y la destrucción y almas que están del lado de la conservación y la vida. Tambien hay niebla porque estamos asistiendo a la caída de antiguas estructuras y al nacimiento de unas nuevas, a cambios y avances tecnológicos que afectan a la manera en como nos relacionamos con nuestro entorno y con nosotros mismos y todo ello a una velocidad vertiginosa. Y esto nos exige una adaptación. Desde una lectura platónica, parte de la humanidad estaría saliendo de la caverna y dándose cuenta de la realidad y parte de la humanidad aún permanecería dentro de ella viendo sólo las sombras proyectadas en el muro y con una actitud de mantenerse en esa sombra sin queter que la luz de fuera penetre.
Tu segundo libro, Ceniza y luz, ¿es una continuación de tu primer libro Poemas de la medianoche?
Ceniza y luz no se concibió como una continuación de Poemas de la Medianoche, aunque comparten algunas temáticas y escenarios. Ceniza y luz es un libro unitario. Las tres partes en las que se divide el libro, Ceniza, Pasaje y Luz están interconectadas y a su vez hay un hilo conductor que conecta a los poemas. El lugar que ocupa cada poema en el libro sigue un orden meditado que responde a una intencionalidad. En Poemas de la Medianoche no se da esta concepción tan unitaria. En Ceniza y luz se aborda un tema central y en Poemas de la Medianoche hay bloques temáticos independientes que no estan pensados como un todo. No obstante ambos libros tienen una conexión en cuanto a que expresan momentos vitales y existenciales que no distan tanto entre sí en el tiempo. En este sentido sí puede hablarse de una continuidad.
La ciudad de Huelva es una ciudad muy antigua, histórica y culturalmente. Allí murió el filósofo andaluz Ibn Hazm, autor del libro El collar de la paloma. ¿Hasta qué punto está presente tu ciudad en tus poemas?
Mi ciudad está muy presente en mis poemas. Sus paisajes, su océano, su luz, están profundamente grabados en mi imaginario y aparecen recurrentemente en mi poesía. Mi vivencia del tiempo está muy ligada al transcurrir del tiempo allí, lento e impregnado de esencia; un tiempo que propicia la contemplación.
Como española y andaluza siento la herencia andalusí y mi admiración es grande por todo lo que contribuyó la cultura árabe a la ciencia, la filosofía, el arte y la espiritualidad de aquella época, legado que aún perdura aportándonos una gran riqueza. Ibn Hazm fue uno de los grandes representantes del esplendor del saber de los intelectuales andalusíes. No he leído su libro El collar de la paloma, pero es una de las lecturas que tengo pendiente hacer en un breve espacio de tiempo. Tengo interés por conocer el tratamiento que hace sobre el tema del amor, muy presente en mi poesía.