18 de abril de 2024

HorraPress

El centro Europeo de la prensa libre

Así ha interpretado Cembrero la decisión del rey de Marruecos: Mohamed VI intenta borrar el aluvión migratorio de Ceuta ofreciéndose a repatriar menores

4 minutos de lectura

Fuente del articulo

El rey de Marruecos ordena a los ministerios de Interior y Exteriores que respondan a Pedro Sánchez que no debe recurrir a la coartada de Ceuta para eludir la posición de España sobre el Sáhara Occidental
El rey Mohamed VI quiso borrar la mala imagen que dio Marruecos hace dos semanas animando a unos 2.000 menores, junto con unos 8.000 adultos, a entrar en Ceuta a nado en tan solo 48 horas. Las fotografías de esos niños dieron la vuelta al mundo y, a ojos de la comunidad internacional, fueron contraproducentes para Rabat en la crisis que desató en diciembre con el Gobierno español.
El monarca alauí dio instrucciones a los ministerios de Interior y de Asuntos Exteriores para que “se resuelva definitivamente la cuestión de los menores marroquíes no acompañados , que se encuentran en situación irregular en algunos países europeos”, según un comunicado conjunto publicado por ambos departamentos. España es uno de los más afectados.
Este gesto real, con el que soberano marroquí intenta hacer olvidar el episodio de Ceuta, no significa que la crisis bilateral esté resuelta. Con esta iniciativa el rey trata de que “la cuestión migratoria , incluida la de los menores no acompañados , no se utilice para eludir las verdaderas causas de la actual crisis política con España, cuyos orígenes y fundamentos son bien conocidos”.
Están relacionados con la posición del Gobierno español que se resiste a reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental como hizo el presidente Donald Trump el 10 de diciembre pasado. Ningún otro país occidental ha segundado la iniciativa de EEUU. A ojos de Rabat un cambio de posición por parte de España , la antigua potencia colonial, arrastraría a buena parte de Europa.
Mohamed VI responde así, con el comunicado, al presidente Pedro Sánchez que el lunes en Alcalá de Henares declaró: “No es admisible que haya un Gobierno que diga que se atacan las fronteras, en este caso de España, que abre las fronteras para que entren 10.000 inmigrantes en menos de 48 horas en una ciudad española como es Ceuta, por desavenencias, diferencias y discrepancias en política exterior”.
“El rey Mohamed VI desnuda y desmonta la coartada española y europea”, titulaba el martes el diario marroquí “Rue 20” que, junto con la prensa oficialista del país, alaba la iniciativa real.
El comunicado conjunto de los dos ministerios marroquíes dejó también claro que, una vez desbaratada la coartada migratoria, las “autoridades marroquíes se reservan el derecho de dar, en su momento, respuestas adecuadas a las acusaciones infundadas del Gobierno español”. La crisis, que se agudizó con la​ hospitalización de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, en Logroño en abril, continúa.
Varios de los nueve párrafos del comunicado describen una situación de los menores marroquíes en Europa alejada de la realidad. Interior y Asuntos Exteriores aseguran al unísono que los “mecanismos de cooperación” con países como Francia y España “han permitido el retorno a Marruecos de varias decenas de menores”. La información es falsa en lo concerniente a España y a la mayoría de los países europeos que acogen a menores marroquíes no acompañados.
A principios de años había en España más de 9.000 menores, en un 80% marroquíes, tutelados por las comunidades autónomas, principalmente Andalucía, Canarias y Cataluña, según el Ministerio del Interior. Ceuta se hacía cargo entonces de casi 500 menores a los que, el 17 y 18 de mayo pasados, se han añadido unos 1.500, según fuentes de la ciudad autónoma. De esos unos 1.100 están ya registrados mientras cerca de 400 están aún pendientes de esos trámites.
“La situación en Ceuta es límite, de verdadero drama humanitario”, comentó el martes Juan Jesús Vivas, el presidente ceutí.
Las autoridades marroquíes siempre han puesto todo tipo de pegas para cumplir con el acuerdo sobre repatriación de menores que alcanzaron en 2013 con España. El ministro del Interior marroquí Abdeloufi Laftit, propuso a su homólogo español, Fernando Grande – Marlaska, en octubre de 2018, repatriar aparte de esos niños y adolescentes “presuntamente marroquíes” – expresión que empleó en público – si España se comprometía a sufragar sus estudios y manutención hasta que alcanzaran la mayoría de edad. La oferta hubiese sido aceptable para el Gobierno español siempre y cuando Rabat se comprometiera a que no llegaran más menores en los próximos años.
El comunicado conjunto achaca las escasas repatriaciones de menores a “los complejos procedimientos de algunos países europeos”. “El Reino espera que la Unión Europea y los países afectados superen las dificultades de procedimientos para facilitar esta operación”, señala.

Marruecos, insiste, “está dispuesto a colaborar (…) para resolver esta cuestión”. Es verdad que los países europeos son, en general, garantistas a la hora de intentar devolver a esos adolescentes, pero son las trabas puestas por las autoridades marroquíes las que de verdad impiden las devoluciones pese a los acuerdos suscritos. Muchas familias tampoco colaboran porque la emigración de un hijo adolescente es, con frecuencia, un proyecto colectivo. Si se labra una vida en Europa podrá, primero, enviar remesas a casa y a más largo plazo ayudar a otros miembros de la familia a emigrar.​