«Rapear no es un delito»: el mundo del periodismo y de las letras pide la libertad para Pablo Hasél
A un día para que acabe el plazo voluntario de su ingreso en prisión, más de 130 profesionales de prestigio han suscrito un manifiesto de apoyo a la libertad de expresión en el que exigen que se paralice su encarcelamiento y que deje de estar tipificado en el Código Penal como delito lo que entienden es solo una crítica a las instituciones.
Un centenar largo de escritores, periodistas, fotógrafos y humoristas gráficos de diversas regiones del país se han incorporado a la campaña de apoyo Pablo Hasél, ante su inminente arresto y traslado a una institución penitenciaria.»Rapear no es delito, aunque no te gusten las letras de quien rapea. Como han recordado estos días varias organizaciones defensoras de los derechos humanos, nadie debería ser condenado penalmente por tuitear o cantar algo desagradable o escandaloso», reza el primer párrafo del comunicado, firmado por nombres prestigiosos como el de los escritores Juan José Millás, Manuel Rivas o Almudena Grandes, periodistas como Jesús Maraña, Jordi Évole, Enric Juliana o Manuel Jabois, fotógrafos como Manu Brabo y Javier Bauluz (ambos premios Pulitzer), o viñetistas de humor como Guille Martínez-Vela o Julio A. Serrano, ambos de la publicación satírica El Jueves.
«Muchas personas usuarias de redes sociales, pero también músicos, periodistas e incluso titiriteros/as han sido procesadas en los últimos años, solo por ejercer su derecho a la libertad de expresión. Nuestro país es uno de los que más artistas ha represaliado en los últimos años por el contenido de sus canciones», se afirma en el escrito.
La iniciativa de los firmantes sigue a una similar publicada días atrás y en la que más de 200 personalidades del mundo de las artes escénicas, la intelectualidad y la música, como los oscarizados Pedro Almodóvar y Javier Bardem o el cantante Joan Manuel Serrat, suscribieron el mismo ruego. Organizaciones como Amnistía Internacional han iniciado campañas denunciando su encarcelamiento. La inminente entrada en prisión del rapero coincide en una semana en la que el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ha recibido fuertes críticas por afirmar que en España no hay una «plena normalidad democrática».
Pablo Hasél, cuyo verdadero nombre es Pablo Rivadulla, tiene como plazo hasta el 12 de febrero para ingresar voluntariamente en prisión y cumplir una pena de nueve meses de reclusión por un delito de enaltecimiento del terrorismo, e injurias y calumnias a la institución monárquica en España y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado… Continuar leyendo