Rabat y Bratislava refuerzan su alianza en torno a la marrocanidad del Sáhara

En una nueva muestra de apoyo internacional al plan marroquí de autonomía para su Sáhara, la República Eslovaca ha reconocido, mediante una declaración conjunta firmada este jueves en Rabat, la iniciativa presentada por Marruecos al SG de la ONU el 11 de abril de 2007 como «una base seria y creíble para una solución definitiva» al conflicto.
La declaración fue emitida tras la reunión entre el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, y su homólogo eslovaco, Juraj Blanár. Este gesto diplomático refuerza la dinámica internacional impulsada por Marruecos en apoyo a su soberanía sobre el Sáhara.
Desde hace años, Marruecos ha logrado importantes avances diplomáticos en torno a la cuestión del Sáhara, con más de una treintena de países reconociendo el carácter marroquí del territorio o abriendo consulados en ciudades como Laayún y Dajla. La posición de Eslovaquia, miembro de la Unión Europea y de la OTAN, añade peso a este respaldo, al tratarse de un país que juega un papel activo en la construcción europea y en la política exterior del continente.
Eslovaquia elogió además los esfuerzos «serios y creíbles» de Marruecos para avanzar hacia una solución política basada en el compromiso. En la declaración conjunta, se destaca la importancia de alcanzar una solución justa, duradera y mutuamente aceptable, conforme a la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones del Consejo de Seguridad, incluyendo la resolución 2756 adoptada el 31 de octubre de 2024.
El reconocimiento de Eslovaquia subraya una vez más que el Sáhara es marroquí, no solo por la historia y el derecho, sino también por la libre expresión de sus habitantes que participan activamente en las instituciones nacionales, regionales y locales del Reino.
Las relaciones entre Marruecos y Eslovaquia se han fortalecido en los últimos años, basándose en el respeto mutuo, la cooperación económica y el diálogo político. Este nuevo paso diplomático abre perspectivas de colaboración aún más profundas entre Rabat y Bratislava, especialmente en los sectores de energía renovable, innovación tecnológica y formación profesional.
La posición de Eslovaquia también refleja un cambio de tendencia en Europa Central, donde cada vez más países reconocen la seriedad del enfoque marroquí y su papel estabilizador en la región del Magreb y el Sahel.
Este reconocimiento contribuye así a consolidar la legitimidad de Marruecos sobre su Sáhara y refuerza su liderazgo en África, el mundo árabe y más allá.
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