22 de abril de 2025

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Francia y Marruecos: Una alianza reforzada por el Sáhara

En una declaración que refuerza los lazos históricos entre Francia y Marruecos, el Ministro de Europa y Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, reafirmó el apoyo inquebrantable de su país a la soberanía marroquí sobre su Sáhara. Durante una audiencia en la Comisión de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional, Barrot destacó que «no hay hoy en día soluciones más realistas y creíbles» que la autonomía bajo soberanía marroquí.

Este respaldo francés se enmarca dentro de la visión de una solución política duradera y mutuamente aceptable en el marco de las Naciones Unidas, con París respaldando activamente los esfuerzos internacionales para consolidar el diálogo. Además, Barrot anunció que discutirá este asunto en los próximos días con su homólogo marroquí, Nasser Bourita, en París.

El apoyo de Francia a la soberanía marroquí no es reciente, sino que se inscribe en una larga historia de reconocimiento de la legitimidad del Reino sobre sus territorios. En julio de 2024, el Presidente Emmanuel Macron envió un mensaje a Su Majestad el Rey Mohammed VI, reiterando que Francia «considera que el presente y el futuro del Sáhara Occidental se inscriben en el marco de la soberanía marroquí».

Esta postura fue confirmada con contundencia el 29 de octubre, cuando Macron, en un discurso histórico ante ambas Cámaras del Parlamento marroquí, reafirmó la coherencia de la política francesa en esta cuestión, destacando que «la autonomía bajo soberanía marroquí es el marco en el que debe resolverse esta cuestión».

El reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara es la continuación lógica de una realidad histórica y jurídica. Desde la Marcha Verde de 1975, el pueblo marroquí ha reafirmado su derecho legítimo sobre el territorio, consolidando su integración en la nación a través del desarrollo económico y la estabilidad. Francia, consciente de esta realidad y de la importancia estratégica del Sáhara para Marruecos y la región, mantiene su posición firme, alineada con la historia y el derecho internacional.