EH Bildu, gran ganador de las elecciones vascas, pero no consigue gobernar Euskadi
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La coalición de izquierda independentista vasca EH Bildu amenaza la hegemonía del Partido Nacionalista Vasco (PNV, contra la derecha) en el País Vasco español. Los dos partidos llegaron muy igualados a las elecciones regionales del domingo, con 27 elegidos cada uno en un parlamento que tiene 75 escaños. El PNV mantiene, no obstante, una corta ventaja en número de votos, con el 35,2% de los votos frente al 32,5% de EH Bildu.
Pese a esta ajustada puntuación, todo indica que el PNV se aferrará a la presidencia de la región sin ningún problema, apoyándose en una alianza con el Partido Socialista (12 diputados).
En todos casos, Bildu, heredero del brazo político de ETA, está en ascenso en Euskadi. Obtuvo seis diputados más que hace cuatro años y esta subida parece imparable gracias al voto joven. Se ha convertido en la primera fuerza política de izquierda y está en condiciones de poner fin a los 40 años de gobierno de los moderados del PNV.
Seis años después de la disolución, en 2018, de la organización ETA, responsable de la muerte de más de 850 personas en cuatro décadas de violencia, EH Bildu lideró una estrategia electoral ganadora, centrando sus demandas independentistas en cuestiones sociales, ecológicas, feminismo. Para todos los analistas, el partido ha logrado de alguna manera su «normalización» en el panorama político local y dentro de la sociedad vasca, particularmente entre los jóvenes que han experimentado poca o ninguna violencia de ETA.
La derecha del Partido Popular (PP) consiguió, por su parte, un escaño mas en el Parlamento Vasco, pasando de 6 a 7 diputados. La extrema derecha de Vox conserva una base estable de votantes y mantiene así su escaño de diputado obtenido en 2020. La izquierda radical de Podemos desaparece del hemiciclo vasco. El partido fundado por Pablo Iglesias pierde sus 6 escaños parlamentarios que solo uno fue recuperado por Sumar.