28 de marzo de 2024

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España cree que si cede ahora sobre el Sáhara, Rabat reclamará después Ceuta y Melilla

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Moroccan army colonel major Abdelatif (C) arrives at the US navy's ship "Hershel Woody Williams" during the "African Lion" military exercise, on June 11, 2021 in Morocco's city of Agadir. (Photo by FADEL SENNA / AFP)

Ni remotamente se plantea el Gobierno ceder a la presión de Rabat

La crisis diplomática con Marruecos tiene una línea roja que es el Sáhara Occidental. España no cambiará su negativa a reconocer la soberanía del reino alauí sobre este territorio. Puede leerse como un ejercicio de coherencia o de nostalgia sobre un enclave que hasta 1975 fue una provincia española y sobre el que, aunque se ha abandonado la reclamación de un referéndum de independencia, se sigue manteniendo la propuesta de una salida justa y negociada para las dos partes en conflicto. Pero la realidad es mucho más prosaica. Es un mecanismo de defensa.

Ni remotamente se plantea el Gobierno ceder a la presión de Rabat, a pesar de que hay voces en España pidiendo revisar esta postura y de que las relaciones con Marruecos se encuentran en uno de sus peores momentos, precisamente por rechazar la marroquinidad del Sáhara. Hasta dos fuentes del Ejecutivo han admitido a este diario que si consiguen finalmente anexionarse este territorio «el siguiente paso será Ceuta y Melilla». El propio primer ministro marroquí, Saad Edinel Othmani, lo reveló hace unos meses: «Llegará el día en que vamos a reabrir el asunto de Ceuta y Melilla, territorios marroquíes como el Sáhara».

Esta certeza impide cualquier cambio y para dejarlo absolutamente claro Pedro Sánchez viajó a Ceuta y Melilla, cuando Marruecos lanzó a miles de marroquíes al mar, entre ellos jóvenes y niños, en represalia contra el Gobierno, consciente de que esta visita enojaría aún más a Mohamed VI.

España se topó con un nuevo problema cuando el 10 de diciembre de 2019 Trump admitió que el Sáhara era parte de Marruecos, a cambio de que la monarquía alauí restableciera las relaciones con Israel. Esta misma semana un portavoz del secretario de Estado de EEUUAntony Blinken, negó que Joe Biden esté impulsando una política «de continuidad» con el Sáhara y avanzó que se está «consultando en privado con las partes, acerca de la mejor manera de lograr un alto a la violencia y un acuerdo duradero». Entre esas partes figura, por supuesto, España como potencia administradora.

Fuentes gubernamentales confirman que los contactos sobre el Sáhara se han producido y que el Ejecutivo ha transmitido el mensaje de que este conflicto se debe encauzar a través de Naciones Unidas, que tiene pendiente nombrar un representante de la MINURSO (Misión de la ONU para el Sáhara Occidental). España no acaba de ver un cambio en la postura americana pero sí un intento de contener a Marruecos, que presiona a EEUU con un pronunciamiento favorable, según las fuentes consultadas….Seguir leyendo