Un paso estratégico: Marruecos conquista un rol clave en la UNESCO
Screenshot
BOUBEKRI MOHAMMED YASSER
El Reino de Marruecos ha logrado un hito diplomático de gran calado al conseguir 146 votos y ser elegido miembro del Consejo Ejecutivo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para el periodo 2025‑2029.
La elección tuvo lugar durante la 43.ª sesión de la Conferencia General de la UNESCO celebrada en Samarcanda, Uzbekistán.
La integración del Reino al Consejo Ejecutivo de la UNESCO -órgano compuesto por 58 Estados miembros que supervisa el programa de trabajo y el presupuesto de la Organización- representa un refuerzo considerable de la presencia de Marruecos en la escena multilateral.
El Gobierno marroquí destaca que este triunfo refleja una “visibilidad internacional reforzada” de Marruecos y un reconocimiento de su compromiso con la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación, pilares que la UNESCO considera esenciales para la paz y el desarrollo humano sostenible.
Por una parte, Marruecos adquiere la posibilidad de participar de manera más directa en la definición de políticas internacionales sobre educación, cultura y ciencia, lo cual le da una plataforma de influencia mayor.
Por otra, este resultado envía una señal a los países de la región árabe y africana de que Marruecos se consolida como actor activo en los foros multilaterales, lo que puede abrir espacios de cooperación reforzada.
Retos y oportunidades
• Retos institucionales: Asumir responsabilidades en el Consejo Ejecutivo implica que Marruecos deberá contribuir con eficacia al seguimiento de los programas de la UNESCO y participar en la toma de decisiones respecto al presupuesto y la dirección estratégica de la organización.
• Oportunidades de diplomacia cultural: Marruecos puede aprovechar este mandato para proyectar su imagen como puente entre el mundo árabe, África y Europa en materia educativa y cultural.
• Expectativas internas: El éxito internacional conlleva una expectativa mayor dentro del país para que se traduzca en políticas concretas en educación, ciencia, cultura e innovación.
La elección del Reino de Marruecos como miembro del Consejo Ejecutivo de la UNESCO constituye un logro diplomático significativo. Más allá del mérito simbólico, abre una ventana para incidir en la agenda global de la educación, la cultura y la ciencia. Resta ahora que Marruecos traduzca esa nueva posición en resultados concretos, tanto a nivel internacional como en sus políticas domésticas, para que este nuevo escaño responda a las expectativas generadas.