Un impulso real al transporte sostenible en Marruecos

El Rey Mohammed VI lanzó oficialmente las obras de la Línea de Alta Velocidad (LGV) Kenitra-Marrakech, una infraestructura de unos 430 km que conecta las principales ciudades de Rabat, Casablanca y Marrakech. Este ambicioso proyecto, con una inversión de 53 mil millones de dirhams (excluyendo el material rodante), se enmarca dentro de una visión nacional de movilidad sostenible y bajo impacto ambiental. Además, está incluido en un programa más amplio de 96 mil millones de dirhams destinado a modernizar el transporte ferroviario del país.
La LGV reducirá significativamente los tiempos de viaje: solo 1h entre Tánger y Rabat, 2h40 entre Tánger y Marrakech, y 35 minutos entre Rabat y el aeropuerto de Casablanca. También prevé integrar servicios de cercanías en las áreas metropolitanas de Rabat, Casablanca y Marrakech. Se adquirirán 168 nuevos trenes, incluyendo 18 TGV, lo que mejorará la capacidad y la calidad del servicio ferroviario.
Este proyecto incluye la creación de nuevas estaciones, un centro de mantenimiento en Marrakech, y una colaboración industrial que fomentará la creación de empleo, la formación técnica y una integración local superior al 40%. Con socios internacionales como Alstom, CAF y Hyundai Rotem, Marruecos consolida su compromiso con un sistema de transporte moderno, inclusivo y eficiente.
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