Crisis de relaciones turco-argelina: “la excusa es peor que la culpa”

Othmane Bentaleb
¿Sabes de dónde viene la famosa expresión: “La excusa es peor que el error”?
Durante el reinado de Harún Al-Rashid, este último estaba un día discutiendo con el poeta Abu Nuwas y le pidió que le diera un ejemplo que mostrara cómo una excusa podía ser peor que la falta misma.
Unos días después, Abu Nuwas regresó al palacio. Al ver a Harún Al-Rashid de pie cerca de una ventana, admirando los jardines del palacio, se acercó discretamente y le dio un ligero golpecito en la nuca. Harún Al-Rashid se volvió furioso, con la mano en el pomo de su espada, y gritó: «¡Ay de ti! ¿Cómo te atreves a hacer esto? »
Abu Nuwas respondió: «Perdóname, oh mi señor, te he confundido con la señora Zaynab. » Harún Al-Rashid, aún más furioso, gritó: «¿Y te atreverías a hacer esto con tu dama Zaynab? «A lo que Abu Nuwas respondió rápidamente: «Oh mi señor, este es el ejemplo que me pediste: cómo una excusa puede ser peor que la falta. » Harún Al-Rachid se echó a reír y perdonó a su poeta.
Esta anécdota ilustra perfectamente la situación actual del régimen argelino, que intenta torpemente pedir disculpas a Turquía, la antigua potencia otomana, después de haber cometido un gravísimo error. Pero su excusa resulta ser aún más grave que el error mismo.
En una acción poco meditada, Argelia se acercó abiertamente a los separatistas kurdos que habían encontrado refugio en su territorio. A estos peligrosos grupos se les concedieron visas argelinas y varios privilegios antes de que Argelia negara cualquier vínculo con ellos, para gran sorpresa de Turquía.
De manera igualmente torpe, la diplomacia argelina, a través de su embajador en Ankara, negó sus responsabilidades hacia los mercenarios del Frente Polisario, afirmando que estos últimos pertenecen a una denominada República de Tinduf, como si esta región no estuviera bajo soberanía argelina. . Esta declaración implícita también podría fortalecer las reivindicaciones marroquíes sobre la región de Tinduf.
Al acoger a los separatistas kurdos, el régimen argelino ha puesto a su país en una situación delicada, agravada por una serie de crisis con varios países, en un intento desesperado de desviar la atención de la población argelina, mientras que el Hirak
El sentimiento popular está en pleno resurgimiento con campañas como #Manich_Radi# (No estoy satisfecho), que revelan los fallos del régimen.
Precisamente ayer, la embajada de Argelia en Ankara publicó un comunicado con información falsa, afirmando respetar la independencia de las decisiones del Estado. Esto parecía una alusión a la milicia Polisario, pero este intento de manipulación sólo exacerbó las tensiones.
Ante la previsible ira de Turquía, conocida por no tolerar ninguna injerencia en la cuestión kurda, Argelia publicó otro comunicado oficial negando cualquier apoyo a los separatistas kurdos, esperando así apaciguar a Ankara. Sin embargo, las relaciones entre Argelia y Turquía corren el riesgo de sufrir graves consecuencias.
También es importante destacar que los separatistas kurdos, a su llegada a Argelia, fueron recibidos y apoyados por sus homólogos del Polisario en los campamentos de Tinduf. Fuentes y documentos fiables dan fe de esta colaboración.
Esta situación también podría explicarse por las frustraciones del régimen argelino con Turquía, que apoya activamente al gobierno militar de Mali, adversario de Argelia, y cuyos drones militares, como el Bayraktar TB2, han reforzado sus capacidades militares para revertir el equilibrio de poder militar en el norte de Malí. Esta misma Turquía acaba de proporcionar a Marruecos nuevos drones, lo que sólo ha servido para exacerbar la ira de los militares argelinos.
Al provocar a Turquía, Argelia esperaba distraer la atención de sus propios fracasos, pero al final empeoró la situación. Las manifestaciones en apoyo de la independencia kurda, acompañadas de banderas de las regiones kurdas y del Polisario, sólo han intensificado el descontento de Ankara.
Esta serie de errores del régimen argelino recuerda la famosa anécdota de Harún Al Rachid: la excusa es peor que el error. Como dice el refrán marroquí: “Que Dios maldiga a quien no se avergüence”. »