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Ignacio Cembrero : El Gobierno pide a EEUU que se implique para resolver la crisis con Marruecos

Ignacio Cembrero

12 de junio de 2021

La ministra González Laya solicitó a su homólogo Blinken que ayude a España a superar el problema generado por Trump al reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara
El Gobierno de España ha dado los primeros pasos para solicitar los buenos oficios de EEUU en la crisis abierta con Marruecos desde diciembre, pero que se agravó en abril con la hospitalización en Logroño de Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario que lucha por la independencia del Sáhara Occidental.
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, mantuvo el viernes una conversación telefónica con su homólogo de EEUU, Antony Blinken, al que le recordó que la decisión tomada por el anterior presidente republicano, Donald Trump, había tenido consecuencias para España provocando una crisis con su vecino marroquí.
Pidió a continuación a Blinken que la nueva administración demócrata, la del presidente Joe Biden, ayudase a resolver el problema causado por la anterior, según señalan fuentes conocedoras de lo tratado entre ambos ministros. La del viernes fue la segunda conversación entre González Laya y Blinken –la primera se desarrolló en febrero- desde que este fue nombrado secretario de Estado por Biden.
El presidente Pedro Sánchez mantendrá, el lunes, un breve encuentro con Biden al margen de la cumbre de la OTAN que se celebrará en Bruselas. Si la duración de la conversación lo permite le insistirá, a su vez, en que EE UU debe implicarse para resolver el contencioso hispano-marroquí. Washington y París son las dos capitales que ejercen la mayor influencia sobre Rabat. El ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, ha mantenido, desde el 23 de mayo, varias conversaciones telefónicas con sus homólogos marroquí y español.
El del lunes será el primer contacto entre los mandatarios español y estadounidense porque Biden no llamó a Sánchez por teléfono desde que llegó a la Casa Blanca el 20 de enero. Solo contactó en Europa con los jefes de Estado o de Gobierno del Reino Unido, Alemania, Francia e Irlanda, el país de sus antepasados.
Pleased to speak today with Spanish Foreign Minister @AranchaGlezLaya to reaffirm the positive and multi-faceted U.S.-Spanish relationship. I look forward to continued close cooperation with Spain.
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) June 11, 2021
Donald Trump reconoció el 10 de diciembre la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental a cambio de que Marruecos estableciese relaciones diplomáticas con Israel. EEUU fue el primer país occidental, y hasta ahora el único, que ha tomado tal iniciativa. Ese mismo día de diciembre las autoridades marroquíes aplazaron sine die la cumbre prevista con el Gobierno español desencadenando así la crisis aunque González Laya tardó mese en reconocerlo.Rabat aspira a que España, que fue la potencia colonial del Sáhara hasta 1975, siga los pasos de Trump y arrastre a otros países de la Unión Europea. El Ejecutivo de Pedro Sánchez no ha variado su postura sobre este conflicto como reiteró González Laya el miércoles en el Congreso.
Si se pone en marcha una mediación de la administración Biden en el enfrentamiento con Marruecos, será la segunda vez que España recurre a EEUU para resolver un contencioso con su vecino del sur. La primera fue en julio de 2002, tras el desalojo por los “boinas verdes” españoles de los infantes de marina marroquíes del islote de Perejil, cuando el presidente José María Aznar instruyó a su ministra de Exteriores, Ana Palacio, para que contactara con el secretario de Estado, Colin Powell. Este desarrolló entonces una labor de mediación que dio, en buena medida, satisfacción a los intereses españoles.
El Departamento de Estado y el Ministerio de Exteriores español publicaron sendas notas después de la conversación entre sus titulares en las que no mencionan el contencioso hispano-marroquí. Blinken sí “enfatizó el compromiso de EE UU con la inmigración desarrollada a través de cauces regulares y seguros, ordenados y de manera humana”. González Laya habló, por su parte, de “impulsar una migración ordenada, segura y regular”.
Aunque no nombra a Ceuta, las palabras de Blinken se interpretan como una alusión a la oleada migratoria que sumergió la ciudad autónoma. Entre el 17 y el 19 de mayo entraron allí, la mayoría a nado, unos 10.000 inmigrantes marroquíes entre los que había unos 2.000 menores. Unos 1.500 permanecen en la ciudad.
Buena conversación con @SecBlinken compromiso de trabajar juntos para la estabilidad en el Mediterráneo, en Oriente Próximo y America Latina. Cooperación en temas migratorios. Impulso a una ambiciosa visión #NATO2030 amigos y socios estratégicos @MAECgob @SpainInTheUSA
— Arancha González (@AranchaGlezLaya) June 11, 2021
La primera reacción del Departamento de Estado a ese aluvión migratorio fomentado por Rabat fue, el 19 de mayo, decepcionante a ojos del Gobierno español por su equidistancia. “Respaldamos que tanto España como Marruecos trabajen juntos por una resolución”, declaró Jalina Porter, portavoz de la diplomacia estadounidense. Sus palabras contrastan con las marcas de apoyo que el Ejecutivo de Pedro Sánchez recibió por aquellas fechas de las instituciones europeas y de los Estados miembros de la UE.
Según un portavoz del Departamento de Estado, EEUU está consultando en privado con las partes para alcanzar un arreglo duradero
La Administración de Biden no se ha desdicho de la decisión de Trump sobre el Sáhara Occidental, pero mantiene cierta ambigüedad. Las maniobras “African Lion 2021”, que están llevando a cabo los Ejércitos estadounidense, marroquí y de otros ocho países en el noroeste de África, tienen su epicentro en Tan Tan, en el sur de Marruecos. No abarcan al Sáhara, en contra de lo inicialmente previsto. El logotipo de las maniobras sí fusiona en un mismo país a Marruecos y al Sáhara.
“(…) hay muy poca continuidad” con la Administración Trump, reconoció el miércoles pasado Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, en respuesta a una pregunta sobre Marruecos y el contencioso del Sáhara Occidental. “(…) estamos consultando en privado con las partes sobre la mejor manera de parar la violencia y alcanzar un arreglo duradero”, añadió. “Es una cuestión que hemos discutido directamente con nuestros homólogos en Marruecos, nuestros homólogos en España y otros lugares de la región”, concluyó sin dar más detalles.
La “violencia” a la que se refería el portavoz es la de la guerra de baja intensidad que, desde mediados de noviembre, se libran Marruecos y el Frente Polisario a lo largo del muro de defensa erigido en los años ochenta en el Sáhara por el Ejército marroquí para protegerse de las incursiones del movimiento armado saharaui. Ambos beligerantes se bombardean mutuamente desde hace siete meses, pero no hay ofensivas ni apenas movimientos de tropas sobre el terreno.