Las posiciones de España frente a Marruecos amenazan los logros alcanzados bilateralmente (Universidad)
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Rabat – Las recientes posiciones de España con respecto a Marruecos amenazan los avances logrados en las relaciones bilaterales, dijo Abdelfattah El Belamachi, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Cadi Ayyad de Marrakech.
Algunos en España no se toman la molestia de reconocer el desarrollo alcanzado por Marruecos a nivel político y económico, así como el papel regional que ahora cumple y se contentan con aprehender las relaciones con el Reino a través del prisma imperialista, Sr. El Belamachi subrayó en un comunicado a la Radio de Información Marroquí (RIM RADIO) del MAP.
Esto ya no es aceptable a la luz de los equilibrios regionales, ya sean los impuestos por Marruecos en su entorno, o los equilibrios internacionales en el norte de África en general, explicó.
Las recientes tensiones en las relaciones marroquíes españolas intervienen en un contexto bien definido, estima el catedrático, señalando que desde el reconocimiento estadounidense del marroquíismo del Sahara, es evidente que el comportamiento incomprensible del gobierno español y del ausencia de reacción a la cuestión del Sahara.
Por el contrario, hemos estado lidiando con comportamientos y reacciones en los medios que denotan una percepción diferente de las relaciones entre los dos países, dijo.
Esta orientación política, contraria al enfoque marroquí para la solución del conflicto del Sahara, se ha vuelto inaceptable para el Reino, un país creíble que cumple sus compromisos internacionales y un Estado esencial en la preservación de la seguridad en el norte de África y en Europa con respecto a a su política migratoria, prosiguió el Sr. El Belamachi.
Esto convierte a Marruecos en un país esencial en términos de cooperación en materia de seguridad y la solución de los principales problemas que enfrenta la región, señaló.
A los ojos del académico, Marruecos tiene cartas importantes para defender sus intereses frente a España.
Ante un conjunto de desarrollos económicos y políticos y a nivel de profundidad africana y de política exterior del Reino, Marruecos “no acepta los mismos equilibrios”, añadió, precisando que el Reino afronta nuevos equilibrios de los que debe sacar partido, tanto política y económicamente.
El Sr. El Belamachi también consideró que la recepción por parte de España del líder del Polisario, el llamado Brahim Ghali, bajo una identidad falsa constituye una flagrante violación de los principios de cooperación en materia de seguridad entre los países.
Y para concluir que el futuro de la seguridad entre Marruecos y España requiere que ambas partes superen las tensiones derivadas de las recientes posiciones y decisiones en Madrid.
