Bélgica reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara
BOUBEKRI MOHAMMED YASSER
En un nuevo avance diplomático para la causa nacional, Bélgica ha expresado de manera oficial su apoyo al plan de autonomía marroquí presentado ante las Naciones Unidas en 2007, afirmando que este se inscribe “en el marco de la soberanía y la unidad nacional del Reino de Marruecos”.
Esta posición, considerada como un cambio cualitativo en la política europea hacia la cuestión del Sáhara marroquí, fue formalizada este jueves 23 de octubre en Bruselas, durante la firma de una Declaración Conjunta entre el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, y el viceprimer ministro y ministro belga de Asuntos Exteriores, Asuntos Europeos y Cooperación al Desarrollo, Maxime Prévot.
Según el comunicado, Bélgica reconoce el carácter serio, creíble y realista de la iniciativa marroquí, calificándola como “la base más adecuada” para alcanzar una solución política definitiva al diferendo regional en torno al Sáhara. El documento subraya que Bruselas es plenamente consciente de “la importancia existencial del Sáhara” para el pueblo y el Estado marroquí, y que actuará “a partir de ahora, en los planos diplomático y económico, en coherencia con esta posición”.
El ministro Nasser Bourita celebró la evolución de la postura belga, calificándola de “reconocimiento claro del realismo, la legitimidad y la visión de Su Majestad el Rey Mohammed VI” en la búsqueda de una solución definitiva, duradera y mutuamente aceptable.
Este respaldo sitúa a Bélgica —uno de los miembros fundadores de la Unión Europea y sede de sus principales instituciones— entre los países europeos que reconocen la marroquinidad del Sáhara y apoyan el plan de autonomía como marco de referencia para la estabilidad del Magreb.
La decisión belga se inscribe en la dinámica ascendente de apoyo internacional al plan de autonomía, ya respaldado por más de 120 países en todo el mundo, entre ellos una amplia mayoría de Estados miembros de la UE. En las ciudades de Laayún y Dajla, más de 30 consulados africanos, árabes y latinoamericanos consolidan cada día la realidad de la soberanía marroquí sobre sus provincias del sur.
Además, la posición de Bruselas refleja una convergencia creciente dentro de Europa hacia un enfoque pragmático basado en el diálogo, la estabilidad y la cooperación regional, confirmando que la propuesta marroquí representa la única solución realista y conforme al derecho internacional.
Con este respaldo, Bélgica no solo refuerza sus lazos históricos con Marruecos, sino que también contribuye a consolidar el consenso europeo e internacional en torno a la marroquinidad del Sáhara, una causa legítima y una piedra angular de la política exterior del Reino.