Portugal se alinea con Francia y Reino Unido al respaldar el plan marroquí de autonomía para el Sáhara

BOUBEKRI MOHAMMED YASSER
En un nuevo gesto de apoyo a la propuesta de Marruecos para resolver el conflicto del Sáhara, Portugal ha declarado que considera el plan de autonomía marroquí como una base “seria, creíble y constructiva” para una solución definitiva, siempre bajo la égida de las Naciones Unidas. Así lo afirmó el ministro portugués de Asuntos Exteriores, Paulo Rangel, tras recibir en Lisboa a su homólogo marroquí, Nasser Bourita.
Para Lisboa, la iniciativa presentada por Marruecos en 2007 bajo su soberanía representa, según Rangel, “el camino más viable”, coincidiendo con el reconocimiento de que cualquier avance debe producirse dentro del proceso liderado por la ONU. Nasser Bourita celebró esta posición al destacar que “refuerza aún más la cooperación estratégica entre Marruecos y Portugal”.
La decisión de Portugal no surge en aislamiento. Francia, el pasado verano, expresó un firme respaldo al mismo plan, gesto que marcó un giro importante en sus relaciones con Rabat y provocó tensiones abiertas con Argelia. Más recientemente, el Reino Unido, miembro permanente del Consejo de Seguridad, declaró en Rabat que el plan marroquí es la base más creíble y pragmática para una solución duradera, tal como señaló el canciller británico David Lammy en junio.
Con este nuevo apoyo, Portugal se suma a un grupo cada vez mayor de países europeos que avalan la propuesta marroquí, consolidando así el consenso internacional en torno a la autonomía del Sáhara bajo soberanía marroquí. Esta tendencia refuerza la estrategia diplomática impulsada por Su Majestad el Rey Mohammed VI, que coloca la cuestión del Sáhara en el centro de la proyección exterior de Marruecos y abre nuevas perspectivas de cooperación política y económica con sus socios europeos.