El Sáhara Occidental: Un Estado fallido

BOUBEKRI MOHAMMED YASSER
Según un artículo de Ahmad Sharawi publicado el 9 de junio de 2025 en The National Interest, una revista estadounidense especializada en política exterior y defensa, conocida por sus análisis estratégicos y su enfoque realista de las relaciones internacionales.
Poco se habla hoy del Sáhara Occidental, un territorio del noroeste africano con apenas 600.000 habitantes. Sin embargo, lo que ocurre allí tiene implicaciones que superan ampliamente su tamaño. Antiguamente una colonia española, fue ocupada por Marruecos en 1975 tras el abandono de España. Desde entonces, los intentos de organizar un referéndum de autodeterminación han fracasado repetidamente.
En los últimos años, la comunidad internacional ha comenzado a inclinarse claramente hacia el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre esta región. Países como Estados Unidos, Francia, Reino Unido e incluso Israel han adoptado esta postura. Siria, que solía apoyar al movimiento separatista Frente Polisario, lo ha expulsado recientemente de su territorio, alineándose con Marruecos.
La preocupación principal no es solamente política o territorial. El Frente Polisario, que alguna vez fue un movimiento de inspiración marxista y laico con respaldo de países como Cuba y Libia, ha evolucionado hacia posiciones más radicales y preocupantes. Actualmente, mantiene vínculos con Irán, Hezbollah y otras organizaciones islamistas extremistas. Informes de inteligencia europeos han revelado contactos entre representantes del Polisario y miembros de Hezbollah, donde se discuten posibles ataques contra intereses israelíes, incluyendo la embajada en Marruecos.
Además, los campamentos de refugiados en Tinduf (Argelia), bajo control del Polisario, han sido identificados como puntos de reclutamiento para grupos yihadistas activos en el Sahel. Excombatientes del movimiento han llegado a liderar facciones del Estado Islámico. También se han denunciado prácticas sistemáticas de reclutamiento de niños soldados y la militarización forzada de menores.
La ruptura del alto al fuego en 2020, tras casi tres décadas de relativa calma, y los ataques posteriores contra civiles marroquíes, agravan aún más la percepción del Polisario como un factor de desestabilización regional.
Frente a este panorama, muchos analistas sostienen que revertir el reconocimiento internacional de la soberanía marroquí sería contraproducente, especialmente para países como Estados Unidos. Marruecos se ha consolidado como un aliado clave en la lucha antiterrorista y en la estabilidad del norte de África. Apostar por el Polisario en la actualidad sería ignorar su evolución hacia el extremismo y sus alianzas con actores que amenazan la seguridad internacional.