24 de junio de 2025

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La UE reafirma su no reconocimiento de la RASD y Marruecos consolida sus avances diplomáticos en el tablero internacional

BOUBEKRI MOHAMMED YASSER

La portavoz de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea (UE), Nabila Massrali, reafirmó el viernes que «ni la UE ni ninguno de sus estados miembros reconocen a la RASD». Esta declaración llegó en respuesta a una pregunta sobre la reunión ministerial entre la UE y la Unión Africana, prevista para el próximo miércoles en Bruselas.

Recordando que «las reuniones ministeriales UE/UA están copresididas y coorganizadas por la Unión Europea y la Unión Africana», la portavoz de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE atribuyó a la Unión Africana una posible presencia de esta entidad en la reunión ministerial UE-UA, negando así que la UE hubiera invitado a la denominada «RASD» a dicha reunión.

En este contexto, quiso aclarar que «la posición de la UE es bien conocida: ni la UE ni ninguno de sus Estados miembros reconocen a la RASD». En este sentido, afirmó que la posible presencia de esta entidad «en la reunión ministerial UE-UA no tiene ninguna influencia en esta posición».

Cabe destacar que el Frente Polisario, que proclama la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), no es reconocido por ninguna potencia mundial ni por la mayoría de los países de la comunidad internacional. Por el contrario, Marruecos ha logrado consolidar su posición en los últimos años, sumando respaldos clave a su iniciativa de autonomía para el Sáhara bajo su soberanía. Ejemplo de ello fue el reconocimiento de Estados Unidos en 2020 de la marroquinidad del territorio, así como el apoyo de numerosos países árabes, africanos y de otras regiones. 

Además, más de una decena de Estados han retirado su reconocimiento a la RASD desde 2022, reforzando la postura marroquí y reflejando una dinámica diplomática favorable al Reino en este contencioso.

En cuanto a las relaciones UE-África, ambos bloques mantienen un diálogo estratégico centrado en desafíos comunes como el desarrollo económico, la seguridad, la migración y la transición climática.

La próxima reunión ministerial en Bruselas se enmarca en este esfuerzo por fortalecer la cooperación birregional, aunque persisten divergencias puntuales, como la cuestión del Sáhara. 

La UE, principal socio comercial de África, busca profundizar su influencia en el continente ante la creciente competencia de potencias como China y Rusia. Por su parte, Marruecos, aliado clave de Europa en África, se posiciona como un interlocutor estable y un puente natural entre ambas orillas del Mediterráneo, reforzando su rol en iniciativas multilaterales y en la estabilidad regional.

Este enfoque subraya tanto la complejidad de las relaciones internacionales en torno al Sáhara como la voluntad de la UE y África de priorizar la cooperación pragmática frente a diferencias políticas aisladas.