24 de abril de 2024

HorraPress

El centro Europeo de la prensa libre

Diagnóstico extremadamente alarmante de The Economist sobre el régimen argelino.

2 minutos de lectura

Mohammed Yasser Boubekri

En un artículo publicado el 18 de noviembre de 2022, el prestigioso diario inglés “The Economist” examina el caso de Argelia para emitir un diagnóstico alarmante.

Para el rotativo británico, no hay sombra de duda, “cuando los precios de la energía vuelvan a caer, Argelia flaqueará”… Una observación realista y condenatoria para un país que debe su salvación al gas.

“Salvados por el gas”, “el podrido régimen de Argelia tuvo suerte”, estima The Economist. Pero, ¿cuánto tiempo puede contar este país con este factor aleatorio? Esta es la pregunta que surge a lo largo de esta lectura que, como primer elemento de respuesta, toma el pulso a la calle argelina para comprender mejor la ira que retumba en silencio y la inestabilidad de un país plagado de múltiples dolencias. 

“Dos palabras del léxico local resumen el malestar de Argelia: hogra y haraga”, se resume para traducir la melancolía ambiental, “un sentimiento de humillación y opresión, una negación de la dignidad…”, que culminan en consecuencia de la huida del país por parte de un número cada vez mayor de argelinos, que se juegan la vida al aire en una peligrosa travesía del Mediterráneo.

Desde principios de año ya son unos 13.000 los que han llegado a las costas españolas arriesgando su vida. En cuanto a los que obtienen visas de estudiante, “el 90% no regresa a casa”.

La hemorragia es en este momento muy grave, y en un intento por frenarla, el régimen ha optado por sofocar este descontento en la calle argelina accionando tres palancas de presión, siendo la primera el alto precio de gas y petróleo, de los que Europa tiene sed, y que representan el 90% de los ingresos de divisas. Pero hasta cuándo, dado que “el aumento del consumo interno de gas limita la posibilidad de exportar más”.

Luego viene la segunda palanca: los subsidios masivos otorgados a las necesidades básicas, como alimentos básicos, electricidad, aceite de cocina, gasolina y vivienda.

Finalmente, lo que mantiene una frágil tapa en esta verdadera caja de Pandora es “el recuerdo persistente de terribles episodios de violencia a escala nacional”, particularmente durante la década oscura que comenzó en 1992, “cuando el régimen militar canceló la segunda vuelta de una elección que habían ganado los islamistas, provocando una guerra civil en la que los argelinos mataron entre 150.000 y 200.000 de sus compatriotas”.